Sicalíptica de andar por casa

Lo que cuesta mentener vivo un blog! Más que las plantas!
Pero me gusta.

Llevo varias semanas obsesionado cual adolescente pajillero con la Gran Olga Ramos, porque con esto del burlesque que ahora-es-lo-más-cari, la vuelta de la revista (Molino barcelonés y Fangoria mediante) y demás cosas del moderneo creo que a Madrid le hace falta un buen espectáculo de variedades que sea madrileño, más castizo que la calle de Alcalá. Y que recupere toda esa picardía e inteligencia, que la Gran Vía está abotargada de tanto refrito y remake musical.



Y por el camino de mi obsesión (qué lista es la providencia) al fin me coincidió bien ir a ver en directo a De La Purísima, un proyecto escénico musical de Julia de Castro y Miguel Rodrigáñez que, además de pasearse un rato por el Nápoles neorrealista, recupera algunas cositas como Las tardes del Ritz.



Madrid me tiene harto pero ¡ay! me da tantas satisfacciones...