Los días felices

Los días felices
Dir. Salva Bolta
Teatros del Canal
20/1/2011

Winnie: Eso es lo que me parece tan maravilloso, que no pasa ni un solo día,(sonríe)––dicho a la manera antigua–(borra la sonrisa) ni un solo día, sin que añadamos algo a nuestros conocimientos, por más trivial que parezca, quiero decir, lo que añadimos, siempre y cuando uno haga el esfuerzo.

Segunda incursión a la Sala Verde de los Teatros del Canal y primera sorpresa. Después de ver a la Fura en un espacio diáfano y delimitado por pantallas de proyección, me encuentro ahora con un teatro italiano aunque portatil en el que el público se distribuye en tres plantas de butacas. (Vale, puro Bricomanía... pero me impactó).



He retrasado escribir esta entrada buscando un corto que ví hace años pero solo he podido recuperar su título: Solo amor. Venía en algún DVD de Fotogramas, recopilatorio... algo así y fue la primera vez que descubrí a Isabel Ordaz como una actriz real y no una mera entretenedora. Luego llegó ANHQV y con la Hierbas se consagró para el gran público.

Y estos datos positivos son posiblemente la trampa del espectáculo. Actriz televisiva, de comedia histriónica en teatro público haciendo comedia (cuántos problemas da la polisemia)... pocos en la platea sabían a qué se enfrentaban.



No quiero meterme en un análisis profundo del espectáculo. Recomiendo verlo a todo aquel que esté acostumbrado a ver teatro, mucho teatro y entienda de códigos, estilos, familias y convenciones. No lo recomiendo, básicamente porque se va a aburrir, a quienes creen que teatro, musical y comedia son casi sinónimos.

El director, al contrario que la mayoría de los directores de photocall actuales, deja que sea el texto, Becket, quien lleve el espectáculo y apenas se nota su presencia en la eliminación de referencias irlandesas para buscar una universalidad que ya existía en el texto (cuánto daño ha hecho lo glocal). Salvo eso, permite a la actriz y al autor construir juntos un código nuevo que, sorprendentemente, es menos denso de lo esperable. El texto, aunque Absurdo, es perfectamente comprensible y lógico.

Y aquí llega el meollo, llevo unos días dándole vueltas y no consigo responderme. Un autor como Becket, difícil para el espectador emtivizado, necesita que lo empujen para llegar a su público. Una actriz de teatro con muchas tablas es una estupenda opción. Una actriz querida por la televisión también. La combinación de ambas...



Si habláramos de cine se estrenaría en algunas salas pequeñas y en festivales, recibiría un puñado de premios de segunda (tampoco es un montaje memorable) y se quedaría en los listados gafapastas de pelis del año o algo así, más por su valor marginal que por su valía histórica. Siendo teatro encontrar su lugar se antoja mucho más difícil.

¿Cómo se puede reconciliar a un público que se ha unificado bajo el paragüas "telespectador" con otras formas de hacer espectáculo? Me niego a ser apocalíptico. ¡¡Hay un mundo más allá de Mamma Mía!! ¿Existe una forma rentable de aplicar la teoría de larga cola al teatro? ¿Es este el lugar del teatro subvencionado? ¿Existen los bollycaos con premio?

Si alguien se queda con ganas de más: entrevista con la actriz en La2